Canes o felinos ayudan a construir lazos basados en el respeto y empatía entre los miembros del hogar.

Los beneficios de tener una mascota en casa van más allá del cariño desmedido hacia su amo o sonrisas que pudieran arrancar en casa, pues la experiencia de contar con un animalito en el hogar es enriquecedora para toda la familia. Se ha demostrado que la llegada de un can o gato incide directamente en el grupo familiar porque fomenta los afectos, sentimientos y favorece la construcción de lazos basados en el respeto entre los miembros de la casa.
En los chicos, inclusive, una mascota les ayuda a comunicarse mejor, les genera un primer enlace con la naturaleza, crea hábitos y fija límites. El amor hacia ese ser indefenso que no habla, les permite desarrollar su nivel de empatía y compasión. Ese cariño, más tarde, deviene en convertir al animalito en su mejor confidente, desplegar junto a él sus fantasías y volverse ambos protagonistas de múltiples aventuras.
Asimismo, el perro o gato le permite a los niños y padres mejorar sus experiencias dentro de la convivencia, pues a diferencia de la ausencia de un animal en casa, hijos y padres establecen responsabilidades, dialogan sobre lo mejor para ese “nuevo familiar” y los cuidados que necesitará. Y por si fuera poco, la presencia de un felino o can ayuda a abordar diversas temáticas relativas a la vida, como la reproducción, nacimiento, enfermedades, muerte y duelo. Es decir, favorece el desarrollo de todos. ¿Y tú? ¿Ya tienes un animalito en casa?
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