lunes, 12 de agosto de 2013

EL ESCUDO DEL PAPA FRANCISCO FLORECE EN LOS JARDINES VATICANOS


Queridos amigos, les presentamos una bonita foto del escudo del Papa Francisco realizado por los jardineros vaticanos delante del edificio de la Gobernación, a base de diversas variedades de flores y plantas. ¡Esperamos que les guste!

Recordamos que el escudo del Papa Francisco es básicamente el que tenía cuando era arzobispo. Se caracteriza por su simplicidad. Sobre un fondo azul, preside el emblema de la compañía de Jesus, de la que procede el Santo Padre: un sol radiante con las letras IHS -monograma de Jesucristo- que lleva encima una cruz y debajo los tres clavos en negro. 

Más abajo, a la izquierda, se ve una estrella, que según la antigua tradición heráldica simboliza la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia. A la derecha, la flor de nardo, que indica a San José, patrón de la Iglesia universal; en la tradición iconográfica hispánica, en efecto, san José se representa con un ramo de nardo en la mano. Poniendo en su escudo estos símbolos, el Papa ha querido expresar su devoción hacia la Virgen y San José. 
Sobre el escudo, azul, se hallan los símbolos de la dignidad pontificia, iguales a los que deseó el predecesor, Benedicto XVI (mitra entre llaves de oro y plata, entrelazadas por un cordón en cuyo centro hay flores rojas). 

Por otra parte, recordamos también que el lema del Santo Padre Francisco (“Miserando atque eligendo”) procede de las Homilías de san Beda el Venerable, sacerdote (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien, comentando el episodio evangélico de la vocación de san Mateo, escribe: «Vidit ergo Iesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me (Vio Jesús a un publicano, y como le miró con sentimiento de amor y le eligió, le dijo: Sígueme)». Así pues, se puede interpretar el sentido del lema como: “Lo miró con misericordia y lo eligió”. 

Esta homilía es un homenaje a la misericordia divina y se reproduce en la Liturgia de las Horas de la fiesta de san Mateo. Reviste un significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En efecto, en la fiesta de san Mateo del año 1953, el joven Jorge Bergoglio experimentó, a la edad de 17 años, de un modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después de una confesión, sintió su corazón tocado y advirtió la llegada de la misericordia de Dios, que, con mirada de tierno amor, le llamaba a la vida religiosa a ejemplo de san Ignacio de Loyola. 

Una vez elegido obispo, monseñor Bergoglio, en recuerdo de tal acontecimiento, que marcó los inicios de su total consagración a Dios en Su Iglesia, decidió elegir, como lema y programa de vida, la expresión de san Beda miserando atque eligendo, que también ha querido reproducir en su escudo pontificio.


Fuente: News.va. Español

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