El colmo.- Para algunos funcionarios de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, demoler un inmueble sin licencia y construir igualmente sin licencia y sin planos, causando graves daños materiales al vecino colindante no es falta, así que ahora los vecinos tienen carta libre para hacer lo que quieran, solo les bastará decir “soy adventista, desconocía el trámite” y seguramente tener una billetera gorda.
Esto se desprende de la resolución de gerencia Nº 1469, sobre conclusión de procedimiento administrativo sancionador, firmada por el gerente de seguridad ciudadana y fiscalización de la Municipalidad Provincial, coronel (r) Sandro Jibaja Zuloeta, con lo que deja un precedente al estilo de jurisprudencia para que otros irresponsables vecinos hagan lo mismo.
En octubre del año pasado, personal del área de fiscalización impuso la papeleta Nº 7793 a Julio Sandoval Coronado, por demoler su casa de dos pisos sin antes haber solicitado licencia para ello, en la calle María Parado de Bellido Nº 151, del pueblo joven Santa Rosa, utilizando maquinaria pesada, causando rajaduras y falseando toda la infraestructura del inmueble colindante signado con el Nº 131, lo que dio origen a la familia agraviada para que inicie el reclamo ante las diversas áreas de la Municipalidad como Fiscalización, Urbanismo y el Satch.
Según la referida papeleta, el infractor Julio Coronado debería pagar por dicha infracción una multa de dos unidades impositivas tributarias (UIT), equivalente a 7,400 nuevos soles, pero ocurre que en el transcurso del proceso cambian al jefe de fiscalización, abogado Manuel Calderón Sánchez; y, el trámite que aparentemente estaba en orden, con el nuevo sub gerente, abogado Cristian Soriano, da un giro total y declaran la inocencia del trasgresor, absolviéndolo de toda culpa.
Es decir todo lo actuado de acuerdo a la legalidad por un funcionario recto cambia a favor de la ilegalidad, y la paralización de obra que se había dispuesto queda suspendida y ahora la construcción tiene un avance de segundo piso, como si nada hubiera pasado.
El ridículo fundamente que los funcionarios ediles irresponsables le dan valor es que en la papeleta se consignó un número equivocado, el 134, en tanto que la casa afectada tiene el Nº 131, aquí también ocurre algo curioso, pues todas las casas de la única cuadra de la calle María Parado de Bellido están numeradas cada tres dígitos y curiosamente el colindante que debió tener el Nº 135 tiene el 151.
Lo único que hacen los funcionarios es advertir al infractor que en lo “sucesivo cumpla con los trámites de gestión”, como si a diario va seguir construyendo, todo lo cual se interpreta como una recomendación cantinflesca.
En ese sentido, ojalá que los funcionarios también le hagan recordar a Julio Sandoval, otras obligaciones como gestionar licencia de funcionamiento para su fábrica de muebles que tiene en una casa de tres pisos frente a la que construye actualmente, donde funciona sin autorización desde hace más de tres décadas.
Pero eso es típico no? Acá hay un caso documentado donde se construye sin licencia una fabrica de alimentos, funciona sin licencia de funcionamiento, la zonificación no es compatible con dicha industria, la edificación no cumple con diseño y normas de seguridad y para colmo usurpa propiedad ajena. Se denuncia al Municipio y este NO HACE NADA, TODO SIGUE IGUAL. Esto es en el distrito de Santiago de Surco.
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