El director del proyecto arqueológico Pampas de Gramalote, Gabriel Prieto, informó hoy que iniciaron las gestiones para que esta milenaria aldea de pescadores de Trujillo sea reconocida como patrimonio cultural de la nación por el Ministerio de Cultura.
Vestigios de milenario poblado de Gramalote.
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Dicho recinto, explicó, fue construido hace 3,500 años en lo que ahora es el distrito trujillano de Huanchaco.
El expediente técnico para el reconocimiento del lugar, junto con los planos y las poligonales, ya fue remitido al ministerio en Lima y solo se está a la espera de la decisión final.
A esa gestión se suma otra para que la aldea reciba a turistas nacionales y extranjeros interesados en conocer todos los misterios develados en varios años de investigación, comentó.
Para ello, con cooperación de una organización, se ha instalado paneles informativos y se ha delimitado el circuito de tal forma que el visitante acceda sin problemas.
Además, se ha techado una de las zonas desenterradas, cuya área está protegida a través de un sistema de drenaje a fin de evitar que las lluvias la afecten.
Se ha formado, también, un patronato que se encargará de velar por la conservación de las estructuras y atenderá a los visitantes que lleguen, a quienes en un principio no se cobrará el ingreso.
Para incentivar el turismo se están distribuyendo folletos ilustrativos sobre los atractivos de Huanchaco, entre ellos las Pampas de Gramalote y otros como el complejo arqueológico de Chan Chan, el cerro Campana, y los caballitos de totora.
Estos son repartidos en una caseta turística en el concurrido balneario, y en las huacas del Sol y la Luna.
Prieto señaló que las investigaciones han determinado que los pobladores de esta aldea cazaban y comían tiburones de las especies pardo y azul, y usaban una embarcación para ingresar al mar y pescar, que sería antecedente del conocido caballito de totora.
Otros descubrimientos han revelado que estos pobladores caminaban hasta el cerro Campana con el fin de extraer achupallas, plantas que usaban para encender los fogones con los que cocinaban sus alimentos.
Gramalote, descubierto en 1973 por el arqueólogo Charles Hastings, se ubica en el centro poblado menor Huanchaquito, a cinco minutos en vehículo del complejo arqueológico de Chan Chan.
El expediente técnico para el reconocimiento del lugar, junto con los planos y las poligonales, ya fue remitido al ministerio en Lima y solo se está a la espera de la decisión final.
A esa gestión se suma otra para que la aldea reciba a turistas nacionales y extranjeros interesados en conocer todos los misterios develados en varios años de investigación, comentó.
Para ello, con cooperación de una organización, se ha instalado paneles informativos y se ha delimitado el circuito de tal forma que el visitante acceda sin problemas.
Además, se ha techado una de las zonas desenterradas, cuya área está protegida a través de un sistema de drenaje a fin de evitar que las lluvias la afecten.
Se ha formado, también, un patronato que se encargará de velar por la conservación de las estructuras y atenderá a los visitantes que lleguen, a quienes en un principio no se cobrará el ingreso.
Para incentivar el turismo se están distribuyendo folletos ilustrativos sobre los atractivos de Huanchaco, entre ellos las Pampas de Gramalote y otros como el complejo arqueológico de Chan Chan, el cerro Campana, y los caballitos de totora.
Estos son repartidos en una caseta turística en el concurrido balneario, y en las huacas del Sol y la Luna.
Prieto señaló que las investigaciones han determinado que los pobladores de esta aldea cazaban y comían tiburones de las especies pardo y azul, y usaban una embarcación para ingresar al mar y pescar, que sería antecedente del conocido caballito de totora.
Otros descubrimientos han revelado que estos pobladores caminaban hasta el cerro Campana con el fin de extraer achupallas, plantas que usaban para encender los fogones con los que cocinaban sus alimentos.
Gramalote, descubierto en 1973 por el arqueólogo Charles Hastings, se ubica en el centro poblado menor Huanchaquito, a cinco minutos en vehículo del complejo arqueológico de Chan Chan.
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