El ministro de Relaciones Exteriores de Bahréin, jeque Khaled Bin Ahmed Bin Mohamed Al Khalifa, dijo hoy haber cumplido uno de sus sueños al conocer y quedar maravillado con la belleza de la ciudadela incaica de Machu Picchu, en el departamento surandino de Cusco.
Acompañado por su esposa y dos integrantes de su seguridad, visitó los sectores donde se encuentran las fuentes de agua, las andenerías, el templo del Sol, la tumba real, el templo sagrado o también conocido como el templo principal.
También conoció el palacio de las tres ventanas, el templo del cóndor, los espejos astronómicos y la explanada.
Durante su periplo, que concluyó a las 14:50 horas, se mostró muy contento y alegre, a la par que él y sus acompañantes se tomaban fotografías.
Por un momento se sentó sobre un muro y contempló la majestuosidad de Machu Picchu, Patrimonio Cultural de la Humanidad y una de las siete maravillas del mundo.
A su salida del recinto, Marco Palomino, administrador del parque arqueológico, lo saludó a nombre de los trabajadores del lugar y le entregó el libro de visitantes ilustres para su firma.
Se observó que en el documento escribió en árabe, inglés y español: “Amo a Perú, amo a su gente, y una parte de mi corazón está en Machu Picchu”, texto que también mencionó en diálogo con la Agencia Andina.
Comentó que hace 20 años había soñado en venir a este lugar histórico. “Fue un sueño de toda mi vida, Machu Picchu es muy importante, Perú es muy importante”, agregó.
El jeque arribó a Cusco en la víspera tras participar en Lima en la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA).
Otro de los visitantes árabes fue el rey de Jordania, Abdullah Bin Al-Hussein, quien recorrió el domingo la ciudadela incaica, tras un paseo en moto por las carreteras sureñas.
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