A unos 50 kilómetros del Cusco, en las pampas de Anta, se halla un sitio arqueológico único donde se hacían ceremonias de adoración a la Luna
Quillarumiyoc, o templo de la Luna, en la parte alta de la localidad de Ancahuasi
IÑIGO MANEIRO
La Luna siempre ha tenido un lugar privilegiado en el Olimpo de muchas culturas y un papel predominante en los mitos, el arte e incluso en los calendarios. La mayoría de las veces está asociada a la magia, el conocimiento, la feminidad, la fertilidad y, por lo tanto, a la vida. Los aguarunas explican, a través de sus mitos, el origen de las manchas que posee, que no son sino la pintura del fruto del huito en la cara del hombre Luna, Nantu, tras cometer incesto y ser pillado in fraganti.
Para los incas, que la representaban como un disco y en ocasiones como un semicírculo de plata, Mama Quilla es hermana y mujer del Sol, deidad de la Pachamama y responsable, de alguna forma, de los cultivos y de la vida que sale de la tierra. La gente del Santuario Histórico Batán Grande cuenta que hay que tomar muy en serio a la luna verde. Así se llama cuando está en cuarto creciente y con sus puntas difuminadas. Entonces no hay que sembrar porque las semillas y los frutos durarán muy poco en el tiempo y no se podrán guardar.
ROCAS Y PAISAJES
A unos 50 kilómetros antes de llegar al Cusco, en la Interoceánica Sur, se entra a las pampas de Anta, el gran granero del Ombligo del Mundo, donde se encuentra Zurite con la andenería más larga del Perú, y los accesos al Valle Sagrado a través de Huarocondo y la laguna de Huaypo. Este rico valle agrícola está limitado por dos cadenas montañosas, una hace frontera con el río Apurímac, y la otra, a la altura de la localidad de Ancahuasi, que acoge a uno de los únicos templos dedicados a la feminidad que existen en el Perú: Quillarumiyoc.
Su nombre viene de varias palabras quechuas cuyo significado viene a ser: el lugar de la roca de la Luna. En la parte alta de Ancahuasi, a unos 2 kilómetros por buena pista de la carretera principal, se encuentra este enorme centro arqueológico formado por terrazas, canales de agua, andenes, áreas de cultivo y un ushnu, además de una pequeña cueva en cuyo interior hay petroglifos. En la mitad de todo ello se encuentra una enorme roca que, en su parte más escondida, posee un grabado en roca único en el Ande: un tallado semicircular, en forma de trono, dedicado a Quilla, la diosa Luna.
Quillarumiyoc es un sitio arqueológico poco conocido. Acuden a él sobre todo los amantes de las experiencias místicas para hacer pagos a la tierra y ofrendas a la luna. Este sitio ofrece imponentes vistas de las pampas de Anta, rodeadas de flores de colores y árboles de queñua y ccolles. Pero sobre todo nos da la oportunidad de llegar a un lugar cargado de simbolismo, el que nace de la adoración a la Luna que nos acompaña desde que la Tierra se formó.
FUENTE: http://elcomercio.pe/
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