Por: Manuel Antonio Balarezo Mesones
Fiscal Adjunto Provincial Penal de Huallaga
Como explicar que siendo el Perú, un país privilegiado
por la naturaleza, por la inmensa riqueza de sus culturas pre incas e inca, la
multiculturalidad étnica de sus comunidades nativas, auténticos defensores del
medio ambiente; la bendición de sus bosques amazónicos, verdadera fábrica de
agua, oxígeno, flora y fauna; la abundancia de sus recursos hídricos, agua
dulce que se pierden en los océanos pacífico y atlántico; sus exóticas especies
vegetales, como la papa, que salvó a millones de personas de la hambruna que
Europa vivió en los siglos pasados, el yacon, la maca, la quinua, la kiwicha,
el tarwi, etc., la diversidad de sus climas –de los noventaicuatro y tantos
tipos de clima que hay en el mundo, el Perú cuenta con más de ochentaicuatro-,
que permite que en este país se practiquen todo tipo de actividades
agropecuarias, de pisciculturas y eco turísticas; la fortuna de sus recursos
minerales, metales requeridos para la aplicación de los nuevos adelantos de la
ciencia y la tecnología que aparecen en el mundo; la inmensa belleza de sus
paisajes naturales; el talento de su gente, con comprobadas actitudes
pro-activas ante las adversidades; con todas estas particularidades y las que
por falta de espacio dejo de mencionar, nuestro país sea considerado un país
del tercer mundo, caracterizado por las desigualdades, las injusticias, las
falta de instrucción y de educación de su gente, donde las instituciones
públicas se destacan por incumplir los fines y los objetivos para los cuales
fueron creadas; donde los Gobernantes –autoridades nacionales, regionales,
locales, funcionarios públicos, etc-, de turno sólo aspiran en enriquecerse en
el menor tiempo posible, aunque esto signifique empobrecer más a los gobernados
y se postergue el progreso y el desarrollo de repetidas generaciones de
compatriotas, algunas de ellas que pese a estar por desaparecer, aún no conocen
a un Alcalde Municipal, a un Presidente
Regional, representante del Congreso y hasta un Presidente de la República que
a toda prueba se le pueda calificar de HONRADO
y HONESTO -salvo honrosas excepciones dignas de mencionar en otra
oportunidad, que han existido en todo tiempo y lugar-.
Como expresara el filósofo y político norteamericano,
Samuel Adams: “ni la más sabia de las
constituciones ni las leyes más sabias asegurarían libertad y felicidad a un
pueblo cuyos actos fueran universalmente corruptos”.
Y una de las formas más efectivas de evitar que el
pueblo incurra en actos corruptos es facilitar a los niños, adolescentes y
ciudadanos en general de una adecuada, correcta y buena educación, donde se
promuevan el amor y el respeto a la patria, pueblo, caserío, comunidad, barrio,
etc., al prójimo, al medio ambiente, a la nación, a la FAMILIA cédula básica de la sociedad y del estado y;
permanentemente se inculquen y se practiquen valores y principios morales, ya
que sin estas cualidades y virtudes sería imposible alcanzar el bienestar y la
felicidad del pueblo en general.
El Gobierno tiene la gran oportunidad de crear dentro
de la estructura orgánica de cada institución del estado, un área dedicada
exclusivamente a promover, inculcar y practicar valores y principios morales;
debiendo exigir que el Ministerio de Educación en todas las asignaturas de la
educación básica, dicte un curso relacionado a sembrar, cultivar y practicar
valores; procurando que en todos los centros de enseñanza pública se imparta la
mejor INSTRUCCIÓN y EDUCACIÓN,
como ocurre en los países desarrollados del mundo y no sea al revés, ya que en
el Perú hay que asistir a una institución educativa privada para recibir una
adecuada educación; para ello, hay que remunerar bien y agregarle una
bonificación especial a los docentes que se encuentran en la zonas más alejadas
y pobres del Perú, sólo así construiremos el país que todos los peruanos
anhelamos.
Es hora de entender que al cambiar nuestro voto por
una dádiva que nos da el que aspira a llegar a la Presidencia de la República,
al congreso, a la Región o aun gobierno local, sin que éste –representante-
reúna las condiciones mínimas que el cargo exige, indirectamente estaremos
contribuyendo con la CORRUPCCIÓN,
entendiéndola no como el representante que se aprovecha del cargo para
enriquecerse, al dedicarse más a sus intereses personales o particulares sino
que debemos entender que la corrupción
es responsable de que un padre de familia no tenga un trabajo seguro y si lo
tiene no se le remunere adecuadamente; que un hospital no cuente con los
equipos y profesionales necesarios, para brindarle a la población un servicio
de salud oportuno y de calidad; que una carretera, un puente no se construya;
que un niño no pueda ir a la escuela o, que un niño o niña en el sur del Perú
muera de frió por no tener con que abrigarse; que nuestros jóvenes debido a las
carencias económicas de sus padres dejen de estudiar para dedicarse a cometer
actos delincuenciales y refugiarse en el alcohol y las drogas; que un policía,
un juez o un funcionario público no cumpla debidamente con sus funciones; que
una madre de familia tenga que abandonar su hogar para ir en busca de un pan
que llevar a sus hijos; recordando siempre que por la corrupción hemos perdido
algunas guerras internas y externas a lo largo de nuestras historia;
consecuentemente se origine el deterioro de la familia, la sociedad y de este
gran país.
El día que los ciudadanos valoren las herramientas que
le proporciona la DEMOCRACIA, la
cual ha sido producto se siglos de luchas sociales en diferentes partes del
mundo; eligiendo a representantes HONESTOS,
IDÓNEOS, COMPETENTES, JUSTOS, con VOCACIÓN DE SERVICIO; que AMEN
a su pueblo y a su gente, ese día tendremos asegurada la paz, la
justicia, la igualdad, la libertad, el progreso y el desarrollo que tanto
anhelamos en nuestras familias y en nuestros pueblos y, sobre todo
contribuiremos a construir un país poderoso, moderno y grande; como el país que
edificaron nuestros antepasados y que fue admirado por el mundo entero.
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