lunes, 10 de enero de 2011

EL COCHE MALDITO


Por Eloísa López
¿Crees que las historias de coches malditos sólo suceden en las películas de terror? Pues te equivocas; son más reales de lo que puedes imaginar. De hecho, puede que la Primera Guerra Mundial fuera provocada por uno de estos automóviles.
¿Recuerdas tus clases de Historia del colegio? ¿Mencionó tu profesor que la Primera Guerra Mundial estuvo causada por un coche maldito? Como lo lees. Algunos apasionados de la historia de la automoción tienen una teoría muy interesante con respecto al detonante de la primera gran guerra global: afirman que la culpa la tuvo el coche del archiduque Francisco Fernando.

HISTORIA Y LEYENDA
La versión oficial de la historia indica que el asesinato del heredero al trono austro-húngaro el 28 de junio de 1914 fue el acontecimiento que dio el pistoletazo de salida a la Primera Guerra Mundial. Pero otras versiones más recientes del hecho ponen el énfasis en un protagonista de esta historia que hasta ahora había pasado inadvertido. Y no hablamos de Gavrilo Princip, el asesino del archiduque, sino del Gräf & Stift Double Phaeton, el coche en el que viajaban el príncipe heredero y su mujeres durante su visita a Sarajevo.

MACABRO HISTORIAL
Se trata de un coche muy elegante, lo que se podría considerar una limusina en los albores de la automoción. Un automóvil de seis plazas y de factura austriaca. Pero, probablemente, el archiduque Francisco Fernando no era consciente del macabro historial de su medio de transporte mientras viajaba en él.

Y es que, dicen los historiadores, que este Gräf & Stift de 1910 estuvo maldito desde sus orígenes, llevando la mala suerte a todos sus propietarios, que sufrían fatídicos accidentes o muertes prematuras, pero siempre de tal modo que permitía que el coche saliera ileso; de hecho, hoy en día se expone en el Museo de Historia Militar de Viena (Austria) junto con la pistola y otros objetos personales del heredero relacionados con su asesinato.

DESENLACE FATAL
El primer dueño del Gräf & Stift fue un oficial bosnio que, a los pocos días de estrenar su flamante coche, tuvo un accidente mortal. Se estrellón contra un muro y, aunque el conductor falleció, milagrosamente, el coche registró pocos daños. Su siguiente propietario también perdió la vida en un accidente de tráfico, aunque es ese caso se produjo debido a un vuelco.

El coche pasó también por las manos de un coleccionista de antigüedades que, al poco tiempo, acabó suicidándose. Otro de los propietarios fue un médico, aunque este tuvo más suerte. Dicen que nada más comprarlo, comenzó a perder clientes, por lo que acabó en la ruina aunque, por lo menos, conservó la vida.

Otros hechos misteriosos que rodean la hoja de servicios de esta limusina son averías inesperadas o atropellos mortales mientras no había ningún conductor al volante. Tanto es así, que algunos incluso insinúan que Stephen King se inspiró en este coche para escribir su best-seller Christine.

SUPERVIVIENTE NATO
La fatalidad que rodea al Gäft & Stift va aún más allá. El museo en el que permaneció durante la Segunda Guerra Mundial recibió un sorprendente número de bombardeos y, aunque se perdió la mayor parte de la colección artística, el coche logró sobrevivir.

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