sábado, 8 de enero de 2011
EL 2011SE DENOMINA: “AÑO DEL CENTENARIO DE MACHU PICCHU PARA EL MUNDO”
El Presidente Alan García anunció el nombre del Año en el Perú: “Año del Centenario de Machu Picchu para el Mundo” recordando el hallazgo científico que permitió al mundo conocer esta maravilla reconocida por la humanidad y cuyas piezas extraídas en excavaciones serán devueltas a partir de marzo a nuestra patria.
Desde el año 1963, el gobierno peruano de turno otorga una denominación a cada año calendario. Los años 1969 y 1998 fueron las excepciones a estas denominaciones.
El nombre o denominación del Año del Perú siempre lo utilizamos en documentos oficiales, trabajos escolares o universitarios, así que es importante conocerlo.
Esta denominación muchas veces obedece a los principios de la política del Gobierno, que hay que incentivar, motivar o impulsar.
La denominación del Año es escogida de todas las propuestas que hacen los Ministerios y es aprobada por Decreto Supremo y publicada en el diario oficial El Peruano.
La denominación del Año se ampara en la Constitución, artículo 118. Inciso 24.
Anteriormente está denominación la hacía el Ministerio de Educación, según un cronista, el hábito de ponerle nombre a los “años”, se habría iniciado el 7 de diciembre de 1962, cuando el Ministerio de Educación Pública dictó el Decreto Supremo 067 estableciendo que el nonato 1963 sería el Año de la Alfabetización. En la disposición se precisaba que se entendía como analfabeta no solo a la persona sin dominio de la lectura y la escritura, sino también a la que carecía de mínimos conocimientos sobre alimentación, higiene, salud, civismo, habilidades para el trabajo y la recreación, etcétera.
En realidad en el decreto se esbozaba todo un plan de actividades (crear una comisión especial, publicar una enciclopedia popular, formar capacitadores) a cumplir durante los siguientes doce meses.
Hay varios puntos a considerar en el tema de los nombres de cada año. Uno es que varias veces se han repetido los temas (austeridad, educación, turismo), los personajes (Santa Rosa de Lima) y los motivos (sesquicentenarios, natalicios).
Otro aspecto es que no hay una regla clara ni pasos específicos que se hayan seguido a lo largo de casi cuatro décadas para denominar los años. Es así como después del decreto supremo para estrenar la práctica se pasó al consenso legislativo, de tal suerte que fuera a través de leyes como se produjeran los bautizos.
Fue el caso de 1964, Año de la Enseñanza Gratuita, que tuvo su origen en un proyecto conjunto del diputado y reconocido escritor Ciro Alegría Bazán (Acción Popular), el senador David Aguilar Cornejo (Unión Nacional Odriista) y el diputado Miguel López Cano (Apra). Su propuesta pasó por la Comisión de Redacción del Parlamento, se aprobó en ambas cámaras y se promulgó el 3 de marzo de ese mismo año.
Durante el Gobierno militar del general Juan Velasco, los nombres pasaron a ser dictados a través de decretos leyes, primero, y resoluciones supremas, después. Con el retorno de la democracia, volvieron las leyes, con excepción de 1988 en que Alan García prefirió usar la vía de un decreto supremo para el Año de la Regionalización.
Hay dos años en que no hubo nominación y fueron los años 1969 y 1998, pero también se nominó el año con fechas de atraso, un año la medida fue dictada un 07 de abril de 1970 y fue el Año de los Precursores de la Independencia del Perú, y otro año se dictó el 25 de marzo de 1997 y fue el Año de la Reforestación, pero también se nominó con anticipación y fue en 1971 Año del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, conocido desde el 16 de setiembre de 1969 por el Decreto Ley 17815; e igualmente con la Ley 23675, que nominaba el año 1985 Año del Centenario del Sacrificio de Daniel Alcides Carrión.
Tampoco están definidos los alcances de cada norma. Al comienzo, solo se hacía referencia a que todas las entidades del Estado precederán sus comunicaciones con la inscripción Año de.... Más tarde la imposición se extendía a los textos y los cuadernos escolares y las comunicaciones comerciales, con el añadido de que el nombre debía ir en la parte alta y al centro. Posteriormente se hablaba de la documentación oficial del Gobierno Central y los gobiernos locales, así como las publicaciones destinadas a la comunicación social. Hoy, la referencia única es a todos los documentos oficiales.(Fuente: Biblioteca CID, MTC)
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