Otuzco inicia los actos de celebración en honor a la Virgen de la Puerta con ese gran cariño característico de este pueblo.
Sí, la Virgen María, esa dulce dama convertida en madre por encargo celestial, es ahora la destinataria del cariño de sus devotos andinos, aquellos cuyas muestras de fe trascienden a su espacio geográfico hasta volverse universales.
La verdad es que, para el mundo en general, el último mes del año es sinónimo de Navidad y año viejo, de despedidas y augurios, de alegrías y penas. Sin embargo, para Otuzco, diciembre resuena con plegarias como el mes de la Inmaculada Virgen de la Puerta.
Se trata de una advocación mariana que data del siglo XVII, cuando el temor frente a las acciones de piratas y filibusteros motivó que los otuzcanos entregaran toda su confianza a la madre de Cristo, suplicando que los saqueadores jamás pisaran ese suelo andino.
La creencia popular narra que el milagro se hizo realidad, que los inescrupulosos atracadores por algún incomprensible motivo nunca llegaron a Otuzco, desde entonces esta ciudad es la "Capital de la Fe".
El tiempo ha pasado y la provincia ha recibido casi por igual las dádivas y el olvido de las autoridades. Recién hace casi una década se terminó de ejecutar una carretera acorde con sus necesidades, sin embargo, el desarrollo económico del que tanto se ufanan los funcionarios de los gobiernos de turno continúa siendo una utopía para muchas familias.
Quizá para olvidar tanta desidia, los otuzcanos se entregan de cuerpo y alma a celebrar cada 15 de diciembre la fiesta de su mamita, la única que siempre cumple sus promesas y nunca olvida a quienes a ella acuden.
La mamita: Un ícono turístico y espiritual
Es importante señalar que la festividad de la Virgen de la Puerta no es solo una celebración religiosa. Su importancia como paradigma turístico liberteño va más allá del ámbito místico, pues el impacto que genera se aprecia claramente, por ejemplo, en el movimiento económico del transporte, el hospedaje y la alimentación.
Cada año, la cantidad de visitantes que llega a Otuzco supera los 20 mil. Para el 2013 se habla ya de 30 mil turistas nacionales y extranjeros, cifra que no será difícil de lograr tomando en cuenta que la fe mueve montañas y también voluntades.
Llegar a Otuzco se ha vuelto más fácil durante los últimos años. La carretera que parte desde Trujillo permite a un vehículo en buen estado recorrerla en 2 a 3 horas y sin apuros.
Por eso resulta admirable la fe de los peregrinos quienes deciden, por amor a la madre celestial, transitar la ruta a pie, sin más ayuda que su férrea determinación y las ansias inconmensurables de rendir homenaje a los dulces ojos de María.
Para ello, los peregrinos han preparado cinco puestos de auxilio a lo largo de la ruta y es que tras recorrer 20 kilómetros algunos tendrán que reponer fuerzas.
Restan contados días para el inicio de las celebraciones aunque lo cierto es que Otuzco ya festeja. Será un buen motivo para suplicar a la mamita que, tal como lo hizo hace unos 300 años, aleje a los modernos filibusteros de las familias de bien.
María, reina de la paz, escucha nuestras plegarias y concédenos paz para nuestra convulsa sociedad.
Por Jorge Rodríguez
Fuente: http://www.rpp.com.pe/
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