Reconoce que desde el Nobel su vida se ha visto limitada
Escritor Mario Vargas Llosa a su salida de la Casa Garcilaso en Cusco.
El laureado escritor Mario Vargas Llosa, reconoció que el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura 2010 ha limitado mucho la libertad con que contaba para trabajar, pero aclaró que sigue defendiendo su espacio “con uñas y dientes”.
“Desde que tuve ese reconocimiento mi vida se ha visto mucho más limitada, pero yo me defiendo con uñas y dientes para tener ese espacio propio sin el cual yo no podría vivir”, remarcó el autor de la Fiesta del chivo en declaraciones a TV Perú.
Al respecto, el Nobel dijo que de manera religiosa camina todas las mañanas durante una hora, antes de comenzar a trabajar, y que por lo menos una vez a la semana se da un tiempo para tomar un buen desayuno con un grupo de amigos.
Tras insistir en la necesidad de contar con mayor espacio para poder trabajar en sus obras, Vargas Llosa informó que viene trabajando en una adaptación para el teatro del libro de “Decameron” del escritor italiano Giovanni Boccaccio.
Adelantó igualmente el trabajo que realiza en la elaboración de su nuevo libro “La civilización del espectáculo”, al que definió como la introducción de elementos de frivolidad, de puro entretenimiento y diversión en el mundo de la cultura.
“Y los efectos que eso tiene sobre la cultura misma y sobre la manera como la cultura influye en el mundo de las personas”, aseveró Vargas Llosa.
Reflexionó sobre la posición que ha tomado el ser humano frente al mundo real de hoy en día, refugiándose en la fantasía o imaginación “porque en el mundo real uno no encuentra todo lo que busca y eso ya es una toma de posición crítica frente al mundo como es”.
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