Escribe: Sociólogo Antonio Solís Tasaico/ Vice Presidente ENTE PERUANO-ARGENTINO DE SOCIÓLOGOS y Docente de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
A pocos días de elecciones nacional, veinte millones de peruanos elegirán al presidente de la republicana peruana, -con prolija cuantitativa de candidatos. Probablemente Perú, estila esta prolijidad de aspirantes; demostrando que la militancia política es poco seria o nula, entre ciudadanos de éste país latinoamericano. Tiene una derecha dispersa, un centro impreciso, y la izquierda que sólo en viejo recuerdo –cuando era un tercio del electorado nacional-; la década perdida del 80, disgregó, disfundió, subsumió a la izquierda peruana del “comité central”. La caída del muro de Berlín de noviembre-89, fue decisorio al ego-caudillaje a la peruana –luego de ser gurú, en los 60-70-. Sorprendente que varios países de Sudamérica, si pudieron reconstituirse a tono con finales del siglo XX, y advenimiento del XXI. Brasil se reconstituye –desde 1985- con la nueva democracia e Inacio Lula Da Silva, postulando cuatro oportunidades, y reelegido; continuando con Dilma Rousseff ex guerrillera; con el PT, que conquistaba municipalidades –como mar de fondo-. Chile post dictadura A. Pinochet, que divide al país ideológica, eleccionaria, partidaria y militancia en 50 %, para derecha e izquierda. La Concertación chilena, gobernó 20 años -1990-2010-. Uruguay con dos presidentes socialistas: Tabaré Vázquez y José “Pepe” Mujica –ex guerrillero, con carcelería-; el Frente Amplio desde 1992, tejiendo nuevo hilado post guerrillero, conquistando la Municipalidad de Montevideo en el 92. Aquello nunca le interesó al 33% del izquierdismo peruano –menos a caudillos-, que hoy se cobijan a la sombran de un volcán. Vuelve a suponerse que entrevistados ciudadanos “juguetean” a las encuestas en cambiarse de candidatos, así Perú “mágicamente” se convirtió en izquierdista-socialista. Ello debería suponer militancia, filosofía, percepción, intuición, aportando, construyendo el Proyecto de Desarrollo Nacional y explicitando al militante y ciudadanía –esta nueva forma de hacer y construir política-, mirando hacia adelante, como es la vida: materialidad-inmaterialidad, cotidianidades nuevas y diferentes, distintas, existencias; como el Frente Amplio uruguayo, el PT brasilero y demás aliados tácticos en Brasil, o la Concertación en Chile, y no sólo convirtiéndose en congresistas.
Diez candidaturas es indicio de crisis ciudadana de no ser militante en partido alguno; por vieja costumbre de “atraer” votantes de ésta manera: con deslealtades, sorprendiendo en política, pero que es vieja táctica para encubrirse de lobista profesional, a costa de recursos del estado mientras ostentan altos cargos: continua vieja treta de época Odrísta: “Robó, pero hizo obra”; aparecer con aprendiz de político-“técnico”; poseer doble nacionalidad: peruana-norteamericana, como PPK, o como el sentenciado a 25 años, por delitos de lessa humanidad y la más grande corrupción, contra el Perú: A. Fujimori. Políticos-militares carecen de prestigio ético-moral; Juan Domingo Perón en Argentina, con el peronismo o Partido Justicialista, -similar al APRA en Perú-; Augusto Pinochet en Chile, diversos militares-gobernantes en Bolivia; en Brasil, a la caída de Joao Goulart el 1 de abril de 1964-1985; J. María Bordaverry -civil representando a militares uruguayos-, en 1973; Rafael Videla (85 años) –hoy sentenciado en Córdova a 25 años, (en cárcel común)-, no como el japonés-peruano, A. Fujimori –en cárcel dorada (DIROES)-; candidateando su hija, para ser indultado; Perú tiene historia de gobiernos militares que impidieron progreso y desarrollo, como el último: Francisco Morales-Bermúdez; o quizá Anastacio Somoza en Nicaragua, el general Trujillo, en Santo Domingo, y hoy, el general Hugo Chávez en Venezuela.
El crecimiento de la macroeconomía peruana, no es suficiente para acrecentar la democracia, para superar desigualdad social, pobreza, analfabetismo, salarios dignos, honorables, justos; superar la discriminación, xenofobia, homofobia, prejuicios, racismo: no sólo hacia el negro, también al indio, serrano, cholo, envidia al progreso y avance del vecino; quiebra del estado del derecho –corruptela, inmoralidad-, abuso del poder y autoridad, mentir, asalto a instituciones del estado, corrupción judicial; violencia familiar, violencia delincuencial, inseguridad ciudadana, narcotráfico; consumo de droga en niños y jóvenes; perseverancia de la vida cotidiana de la picardía, criolla, actos pendencieros; crisis de la familia nuclear, negación a la lectura y estudio de estudiantes escolares y universitarios. Grave crisis de la universidad nacional y privada, en autoridades, elecciones de estudiantes, académicos, quiebra del estado de derecho universitario, abuso del poder y autoridad universitario, corrupción, como alguna universidad nacional del norte peruano hoy.
La ciudadanía peruana –aquellos 20 millones de peruanos que elegirán-, no pueden seguir “jugando al bingo” en las encuestas. Basta del japonés-peruano, peruano-norteamericano –por mencionar alguna muestra-; la política no se hace de la noche a la mañana, es construcción, para producir exportando y desarrollando el mercado interno. ¡Ánimo, que la vida puede más!.
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