miércoles, 15 de mayo de 2013
MARÍA REICHE: ENTRE LÍNEAS Y FIGURAS DE NASCA
Llegó de otro país y se enamoró de nuestra cultura, al punto de dedicar su vida entera a cuidar y entender uno de los monumentos arqueológicos más importante de nuestro pasado: las líneas de Nasca. Por ello, con toda justicia, María Reiche se convirtió en la dama de las pampas.
María Reiche Newman nació el 15 de mayo de 1903 en la ciudad de Dresden, Alemania. Sus padres fueron Max Félix Reiche Grosse y Ana Elizabeth Newman Voigt. Durante su infancia vivió junto con sus hermanos menores, Renate y Franz, en la calle Zittauer Strabe.
Llegó al Perú en 1932 para educar a los hijos del cónsul alemán en la ciudad del Cusco, y lo primero que la impresionó fue el esplendor y la belleza de los paisajes andinos. En su tiempo libre visitó diferentes pueblos del Cusco y grabó en su memoria todas las impresiones que le produjeron esos parajes llenos de historia.
En 1936 retornó a su país y un año después, a fines de 1937, volvió al Perú. Decidió establecerse en Lima, donde ofreció sus servicios como profesora de alemán. Fue contratada por la dama inglesa Amy Meredith, quien por ese entonces era dueña de un salón de té muy concurrido por intelectuales y personalidades de la sociedad limeña. Fue precisamente en este lugar donde conoció al científico norteamericano Paul Kosok.
María Reiche inició una vida dedicada al estudio e investigación de las líneas de Nasca a partir de 1946, estimulada por los estudios del arqueólogo americano Paul Kosok. La matemática, geógrafa y física graduada en la Universidad de Dresden descubrió una vocación en la que concentraría todas sus energías.
EL MISTERIO DE LAS LÍNEAS DE NASCA
Ubicadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur, y con una extensión de 50 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de ancho, las líneas de Nasca abarcan las pampas de Palpa, Ingenio, Nasca y Socos, y datan de los años 300 a.C. y 900 d.C.
Estas líneas fueron descubiertas en 1927 por Toribio Mejía Xesspe, discípulo del arqueólogo Julio C. Tello. Los dibujos o trazos son numerosos y gigantescos. Algunos de ellos alcanzan cientos o miles de metros de extensión y representan plantas y animales, entre otros elementos simbólicos. María Reiche sostenía que las líneas eran puntos de observación astronómica, sumamente útiles para la agricultura. Kosok denominó al conjunto como “el libro de astronomía más grande del mundo”.
Los nuevos dibujos que descubrió Maria Reiche, así como sus investigaciones para determinar un patrón de medida, fueron presentados en El Misterio de las Pampas, su primer libro que tuvo un considerable éxito, lo que le permitió publicar una segunda edición en inglés. De esta forma sus investigaciones tuvieron una dimensión internacional.
Durante la década de los 60, María Reiche había examinado y medido sistemáticamente 150 kilómetros cuadrados a pie. Su nombre se hizo famoso en el Perú. Por cariño a ella, los vuelos de entrenamiento de los jóvenes pilotos se trasladaron a la zona de Nasca para que la investigadora realice vistas desde el aire.
Al inicio de los años 70 las líneas de Nasca se convirtieron en una gran atracción turística, lo que originó también la destrucción de los dibujos. Maria Reiche contrató guardianes que controlaron la zona a lo largo de la carretera e hizo construir una torre de 74 metros de altura desde la cual pueden observarse algunas figuras. Esto lo financió con los ahorros de la venta de su libro Mystery on the Desert. Recibió el apoyo de su hermana y de amigos de Alemania. En 1974, gracias a su solicitud, la pampa se declaró monumento histórico y fue puesta bajo protección oficial, por lo que el ingreso a esa zona del desierto fue penado.
El estudio, conservación y difusión de este legado de la cultura Nasca se convirtieron en la motivación de María Reiche Newman durante el resto de su vida. Pocas veces fue comprendida, y con frecuencia sufrió el maltrato de personas que la vieron como una excéntrica. Sin embargo, su constancia y carácter la hicieron imponerse sobre toda adversidad y lograr ser identificada con “la maravilla que encierran las líneas de Nasca”.
En 1993, pese a su ceguera y a sufrir el mal de Parkinson, publicó su obra Contribuciones a la geometría y la astronomía.
María Reiche recibió muchas distinciones. El gobierno peruano la distinguió con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos y obtuvo el título de doctorado honorífico universitario. A los 90 años de edad se le otorgó la ciudadanía peruana. El 6 de junio de 1998 falleció a los 95 años de edad.
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