23 de Julio
José Abelardo Quiñones Gonzáles nació en el puerto de Pimentel, provincia de Chiclayo, el 22 de abril de 1914. Sus padres fueron don José María Quiñones Arízola y doña María Juana Rosa Gonzáles. Aprendió sus primeras letras en la escuela de Educación Inicial que administraban las hermanas Elvira, Delia y Esperanza Bulnes.
La primaria la concluyó en el Colegio Nacional de San José en Chiclayo. En este colegio su Director, el Dr.Karl Weiss, impulsó la actividad del vuelo en planeador a la cual Quiñones se aficionó junto con otros compañeros. En 1928, por decisión de sus padres, Quiñones se traslada a Lima e inicia su instrucción secundaria en el colegio La Recoleta, hasta el segundo año. Los años restantes los termina en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
En 1935, ingresó como Cadete a la Escuela de Aviación Jorge Chávez e integró la Promoción José L. Raguz. En la Escuela de Oficiales destacó por su facilidad para adaptarse a las diferentes técnicas del pilotaje. Quiñones, es conocido por sus vuelos invertidos a solo un metro del suelo, que hasta hoy se pueden apreciar en filmaciones hechas el año 1939. Cuatro años después de haber ingresado, se recibe como Alférez el 21 de enero de 1939, como No.1 en la Especialidad de Piloto de Caza.
José A. Quiñones como oficial de nuestra aviación fue destacado al Escuadrón Nº 4 de Ancón. Transcurridos cuatro meses, es trasladado a Las Palmas y de allí al 21° Escuadrón de Caza del Primer Grupo Aéreo, ubicado en la ciudad de Chiclayo.
Quiñones formó parte de la 41° Escuadrilla de aviones North American NA-50 e integró la primera Escuadrilla de Alta Acrobacia. Al crearse la unidad de paracaidistas y después de realizar entrenamientos intensos efectuó saltos desde los cielos de Chiclayo.
En 1941, ocurre la agresión ecuatoriana en nuestra frontera norte y la Primera División Ligera, se fija la misión de recuperar la frontera, en maniobra apoyada por la aviación sobre Quebrada Seca.
El 23 de julio de 1941, la 41° Escuadrilla despegó de Tumbes para cumplir su misión. La flota estaba integrada por el teniente comandante Antonio Alberti, quien se hallaba al mando; los Tenientes Fernando Paraud y José Quiñones y el Alférez Manuel Rivera, a bordo de los aviones caza North American NA-50.
Pocos minutos después de la partida ya estaban sobre el objetivo e iniciaron el bombardeo del puesto ecuatoriano de Quebrada Seca. Cuando el aparato XXI-41-3, pilotado por el teniente Quiñones, efectúa el descenso para lanzar sus bombas, es alcanzado por el fuego de las baterías antiaéreas del enemigo.
Las llamas envuelven al avión y, Quiñones, lejos de utilizar el paracaídas, en el que era un experto, conduce su máquina hacia las baterías norteñas y las destruye totalmente. El oficial que un día había jurado defender la patria hasta con la propia vida, cumplió su promesa, cumplió su misión.
La Fuerza Aérea Ecuatoriana, representada por el Coronel FAE Sr. Octavio Ochoa, entregó los restos mortales de nuestro héroe el 19 de Octubre de 1941, pronunciando las frases siguientes:
"A nombre de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, entrego a la Fuerza Aérea Peruana los restos de quien supo honrar a su Patria, a su Pueblo Peruano y a sus Fuerzas Armadas". Mi pueblo, rinde homenaje al pueblo Peruano dignamente encarnado en la figura heroica de JOSÉ ABELARDO QUIÑONES GONZÁLES.
Fuente: http://portal.perueduca.edu.pe/
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